El ojo seco o síndrome de disfunción de la película lagrimal es una condición en la cual los ojos no producen suficiente lágrima, o la lágrima que producen no tiene una calidad adecuada. Se asocia con frecuencia a blefaritis y meibomitis (infección e inflamación de las glándulas que producen grasa en los párpados).
Síntomas de ojo seco
Ardor, dolor, sensación de punzadas o de basuras en los ojos.
Irritación y ojo rojo.
Visión borrosa.
Molestias con la luz.
Lagañas.
Lagrimeo compensatorio o reflejo.
Mayor riesgo de infecciones.
Cicatrización corneal.
Perforación corneal.
Causas de ojo seco
Extrínsecas
Exposición a aire acondicionado, ventilador o viento.
Actividades visualmente intensas, como computadora, celular, lectura, costura. Cuando realizamos estas actividades parpadeamos menos.
Dieta pobre en vitaminas, minerales y ácidos grasos omega 3.
Medicamentos (antihistamínicos y antidepresivos, entre otros).
Intrínsecas
Envejecimiento.
Enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, el lupus o el síndrome de Sjögren.
Diabetes y enfermedad tiroidea.
Daño a la glándula lagrimal por traumatismo, cáncer, radiación, amiloidosis u otras enfermedades.
Algunas cirugías como el LASIK e infecciones como el herpes alteran la sensibilidad normal en la superficie del ojo y disminuyen la producción de lágrima.
Mala posición de los párpados y alteraciones en el parpadeo.
Alteraciones hormonales.
Infecciones y cambios en la flora normal del párpado.
La mayoría de las veces el ojo seco es mixto, es decir las causas son múltiples.
Tratamiento
Cambios de comportamiento: evitar exposición directa a aires acondicionados, ventiladores e irritantes ambientales, reducir tiempo de pantallas, tomar descansos cuando se realicen actividades visualmente intensas. Ser cuidadosos con el maquillaje y desmaquillarse adecuadamente. Dormir suficientes horas.
Dieta: procurar una dieta balanceada y antiinflamatoria. Evitar alimentos procesados. Aumentar consumo de vitamina A y ácidos grasos omega 3.
Medidas generales: en caso de asociarse a blefaritis o meibomitis es necesario tratar estas patologías. El uso de compresas tibias, masaje y aseo de párpados y pestañas ayuda a mantener sanas las glándulas de Meibomio.
Medicamentos: gotas lubricantes o lágrimas artificiales a demanda. Si se toma algún medicamento que disminuya la producción de lágrima se valorará la posibilidad de suspenderlo.
En casos más severos se pueden agregar ungüentos lubricantes, gotas antiinflamatorias e inmunomoduladoras, suero autólogo, suero rico en plaquetas.
Medicamentos orales para aumentar la producción de lágrima.
Otros: Tapones lagrimales, lentes de contacto especiales u otras medidas de barrera que disminuyan la evaporación de la lágrima.
Terapia térmica, luz pulsada intensa y electroestimulación.
Cirugía: Cuando hay perforación o cicatrización corneal puede ser necesario realizar cirugías como colgajos conjuntivales, injertos de membrana amniótica, parches corneales o trasplante de córnea.
El ojo seco es una condición crónica que se autoperpetúa. Sin tratamiento, lo más probable es que con el tiempo aumente la severidad. Por eso te recomendamos revisar tus ojos cada año de rutina, y siempre que tengas algún síntoma.
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