¿Quién soy?
Soy Oftalmóloga, me entrené en uno de los mejores Hospitales Oftalmológicos de Latinoamérica. Tan solo en el primer año de la especialidad atendí a más de 6mil pacientes con una gran diversidad de patologías. Después de tres años de entrenamiento en Oftalmología General decidí especializarme más en el área de Córnea y Cirugía Refractiva, porque me apasiona ayudar a las personas a ver bien. Desde 2011 me he desempeñado en la práctica pública y privada en la ciudad de Mérida, Yucatán.
¿Qué hago?
Yo he tenido la suerte de ver 20/20 toda mi vida. Sin embargo, mi hermana tenía miopía, y ella ni siquiera lo sabía. La primera vez que usó lentes, cuando estaba en la secundaria, me preguntó asombrada “¿Así ves todo el tiempo?”. Mi esposo tenía astigmatismo alto, y usó lentes desde pequeño, pero cuando se operó de LASIK después de los 30 años me dijo que nunca había visto los colores así en su vida.
El ojo es nuestra ventana al mundo, desde los primeros años la forma como vemos determina en gran parte nuestro desarrollo. Ni qué decir de los años escolares, una miopía o un astigmatismo no diagnosticados pueden ser culpables del bajo desempeño de muchos niños. Una buena visión y una buena estereopsis son indispensables para destacar en deportes y en muchas otras actividades.
La córnea es la ventana del ojo, la parte transparente que nos permite ver. Moldeando la córnea con láser podemos eliminar la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, este procedimiento es mejor conocido como LASIK. Los lentes intraoculares fáquicos o pseudofáquicos son una excelente opción para las personas que no son candidatas para cirugía con láser.
Cuando la córnea se deforma por queratocono o alguna otra ectasia corneal, la visión se vuelve muy mala. El queratocono hoy en día se puede tratar desde fases tempranas con Cross-linking para evitar que progrese. Se pueden colocar anillos o segmentos intracorneales para regularizar la córnea deformada. Cuando el queratocono ha dejado de avanzar, se pueden poner lentes intraoculares para corregir la miopía y el astigmatismo. Pueden combinarse uno o más de estos procedimientos, según el caso de cada paciente. En queratocono avanzado, se puede recuperar la visión con un trasplante de córnea.
La córnea es la única parte del ojo que puede trasplantarse. El trasplante de córnea puede devolverle la visión a pacientes que sufren de infecciones, cicatrices, distrofias o algún otro tipo de daño a la córnea. Las enfermedades que con más frecuencia requieren un trasplante de córnea son el queratocono, la queratopatía bulosa, la distrofia endotelial de Fuchs y las cicatrices post-infecciosas.
El pterigión, mejor conocido como carnosidad, provoca molestias como comezón, punzadas y ojo rojo. Más allá de esto, puede deformar la córnea induciendo astigmatismo e hipermetropía. Incluso puede llegar a cubrir por completo la córnea. La cirugía de resección de ptergión con injerto conjuntival o de membrana amniótica, además de tener un excelente resultad o estético, disminuye en gran medida el riesgo de que el pterigión vuelva a crecer.
Las úlceras corneales son infecciones severas del ojo que habitualmente dejan secuelas y cicatrices, e incluso pueden llevar a la perforación y pérdida del ojo. Un tratamiento adecuado y oportuno mejora el pronóstico.
Otras enfermedades que pueden afectar a la córnea son: la artritis reumatoide, el síndrome de Sjögren, la rosácea, las alergias, etc.
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